Que mueran mis trazos

Que mueran mis trazos,
que mi pintura se olvide,
si sigo reposando en equivocados brazos,
que mirar al cielo me impide.

Que mueran mis trazos,
si es que son mentira,
por si son falsos,
¡quiero que se extingan!

Que mueran mis trazos,
si algún día de dolor por ellos lloro,
que huyan o se disuelvan,
pero no quiero verlos de ningún modo.

Que mis trazos mueran,
que mueran mis trazos,
que sufra la pintura,
que las líneas rompan en llanto,
¡que la belleza sufra!

Que mueran mis trazos,
si nada hago con amor,
llámame hipócrita, cobarde,
para pintar no tendría razón,
he pintado en balde.

Mas sin en cambio,
si mis trazos son sinceros,
si son honestos, sabios,
¡que mueran mis trazos!,
y la imagen guarden en sus cerebros.

Mis ojos, mi piel, mi voz,
no son tan importantes como mi pintura,
a mi cuerpo y a mi corazón los impulsa el amor,
los impulsa lo tierno y puro de la hermosura.

Mi mano guía al pincel,
el pincel sigue a mi inspiración,
¿Qué seria yo sin él?...
corazón vago sin amor.

No debes preocuparte si fallo en una línea,
nadie es perfecto,
preocuparse cuando falle en la vida
y no siga el camino correcto,
aun así siempre me levanto.

La pintura hoy la convierto en poema,
el poema lo hice tantas veces pintura,
para mí, eso no es ningún problema,
el problema es de quien lo sabe y no lo disfruta.

Que mi nariz no respire,
que mi pelo no crezca,
que mis pues no caminen,
que mi piel quede seca.

Si el propósito no se cumple,
¡que me condenen!
pero si nadie mi lugar suple,
que mis cuadros en tu pared cuelguen.

Feliz del propósito, levantaré mis brazos,
y aferrada a ellos pediré… que mueran mis trazos.

*Daiyu Kahlo palma*